La siguiente historia llega de parte de uno de los seguidores del Blog @e_pavonn quien cuenta una experiencia que le sucedió hace un año.
Me quité la cobija de la cara y noté rápidamente que la puerta estaba cerrada, en ese momento la cosa que creí que era mi perro pasó por enfrente de donde estaba mirando
Desde pequeño he visto y me han pasado cosas fuera de lo normal, soy de aquellos que opinan que a pesar de tener una formación universitaria cree que hay algo más y que no todo lo puede explicar la ciencia.
Lo que les quiero contar ocurrió el año pasado, en el mes abril, lo tengo muy presente porque en esa fecha falleció un ser muy querido, mi abuelo (era el papá de mi padrino, pero prácticamente fui criado por ellos así que los adopté como figuras paternas, y ellos hicieron los propio conmigo como su hijo), debido a la noticia mis verdaderos padres se tuvieron que ir a Veracruz.
Me quedé yo solo con mi hermana y mis perros en el departamento, el cual está ubicado en el Cerro de la Estrella (Ciudad de México), hogar de varias leyendas y en el cuál han sucedido cosas paranormales, de las cuales he escuchado algunas historias.
Aquel mes de abril hacía mucho calor, tanto que yo acostumbraba a dormir con la ventana entreabierta, esa noche como de costumbre lo hice de esa forma, pero sólo un poco, unos cinco centímetros, y me fui a dormir "temprano" como eso de las 11 pm.
Entrando la madrugada, escuché el sonido que hacen las patitas de un perro en el suelo "tic tic tic tic", creí que era uno de los míos, y que tal vez mi hermana lo había ido a meter después ir al baño, no le tomé importancia. Luego de escuchar sus pisadas sentí como se subió a la cama, hasta aquí nada fuera de lo común; sentí que caminó desde los pies hasta mi cabeza como lo hacen habitualmente, cuando se suben y estas dormido para que te despiertes, después bajo a los pies, lo extraño fue cuando iba a hacer otra vuelta, me quité la cobija de la cara y note rápidamente que la puerta estaba cerrada, en ese momento la cosa que creí que era mi perro pasó por enfrente de donde estaba mirando, solo vi una sombra negra, pequeña como si fuera del tamaño de un chihuahua, pero mi perro no es de esa raza, ni es negro, noté que era como una sombra entre la luz naranja de la farola que está entre los edificios y que apenas si se metía por las cortinas, cuando esa entidad pasó hacía mi cabeza nuevamente yo comencé a sentir mucho sueño, cuando lo noté tenía los ojos cerrados, los podía abrir pero por el miedo no lo hacía
Me tapé el rostro y comencé a rezar, como te lo enseñan en una familia católica, para cuando algo como lo que experimentaba ocurría, a pesar de ser reacio a admitir que profeso una religión me sentí en la necesidad de hacerlo. Cuando la cosa pasaba por el otro lado de mi cabeza sentí mucho frío en la nuca (aclaro, no estaba sudando) como si fuera un sudor frío, parecido al que se siente después de correr y descansar un poco, así lo sentí. Terminé mi plegaria, me destapé la cara, mire a mi alrededor, me toqué la nuca, comprobé que todo estaba en orden, sólo cerré la venta, no miré hacia afuera, ni siquiera miré la hora, solo me tapé la cara de nueva cuenta y esperé a quedarme dormido.
General Rage
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