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Foto del escritorGeneral Rage

Tres relatos cortos – Parte 1

La siguiente es una recopilación de tres historias enviadas por los seguidores del Blog.




Noche en casa de la abuela


Historia contada por el seguidor Crystalline. Si te quedas hasta tarde despierto mantente alerta, tal vez estas siendo observado.


La casa de mi “abue” es muy antigua, todos en la familia sabemos que siempre han ocurrido situaciones que podemos catalogar como paranormales o fuera de lo común. Se encuentra ubicada en la ciudad de Toluca, Estado de México. Hace aproximadamente diez años yo vivía ahí, pues estudiaba la Universidad. Me quedaba hasta muy tarde despierto para terminar mis deberes.


Una ocasión, a media noche, me encontraba despierto y me dio sed por lo que me dirigí a la cocina por agua, en la cocina inmediatamente tuve una sensación incómoda, como cuando sabes que te están observando. Al levantar la mirada a la ventana, inmediatamente vi cómo se agachó alguien de forma muy rápida y sólo alcancé a ver como se escurría la silueta. Esto provocó que me sobresaltara y mi corazón latiera rápidamente, al igual que mi respiración. Por inercia me hice para atrás y me tropecé con el escalón que daba hacia la cocina e hice un ruido muy fuerte al pegarle a la puerta.


En ese momento escuché unos pasos que se aproximaban a la cocina, yo sólo atiné a decir "¿abue?". Pero no respondió nadie.


Sólo me incorporé y no vi a nadie, así que fui de prisa a la habitación de mi abuelita y, vaya, ¡seguía acostada en su cama! Aquello que escuche avanzar a hacía la cocina no era nadie.... El miedo que esto me produjo hizo que comenzara a encender todas las luces y decir una mentada de madre a lo que fuera que me hubiese espantado, pues ese siempre fue el consejo que me daba mi abue "si sientes miedo, miéntale su madre". Al hacerlo la desperté y se empezó a reír, yo no pude hacer nada más que reír por igual, así se pasó la tensión y pude recuperar algo del valor que había perdido minutos antes.

Prendí la luz del corredor y salí al patio, estaba todo tranquilo, volví a maldecir al aire y tal cual no sentí más miedo. Me fui a dormir, pero aquella fue sólo la primera vez, ese “algo” que me asustó, me empezó a seguir por un camino muy largo, de experiencias que hoy en día solo quedan en recuerdos. Ya no lo veo como algo malo, sino como algo que siempre ha estado a mi lado y es parte de mí.



 

Subida del Muerto

La siguiente historia viene de parte de @D_A_V_I_D_MX. Dormir acompañado no es garantía de estar a salvo de las visitas nocturnas.


Cuando era un niño de diez años comencé a ser perceptivo de cosas para algunos extrañas.

Recuerdo que esto pasó cuando falleció mi abuelo paterno. Dormía con mis tres hermanos, dos en una litera y otro en cama individual, al final cada uno en su cama, a pesar de que todos teníamos cuartos para cada uno.


En determinado momento de la noche, no estoy seguro de la hora ya que no se me ocurrió revisar, estaba dormido boca arriba con la cabeza tapada y empecé a sentir una pesadez muy grande que me oprimía en el pecho y no podía moverme.

Me angustie mucho, trataba de gritar “auxilio” y “mamá”, pero no podía, era angustia total. De repente de mi lado izquierdo se empezó a hundir la cama como si alguien se sentara. Recuerdo que en mi inocencia empecé a rezar, tenía clara las letanías pues no tenía mucho que había realizado mi primera comunión.


Poco a poco me pude empezar a mover y tranquilizarme, cuando me pude mover me destapé la cara empecé a jalar aire desesperadamente, pero al final me pude tranquilizar.


Salí del cuarto rumbo a la sala, no sé en qué momento me quedé dormido, cuando me encontraron mis papás en la sala me preguntaron qué fue pasó y se los conté, ellos con cara de asombro sin dirigirse a mí, entre ellos dijeron “se le subió el muerto” o “Miguelito (mi abuelo) se vino a despedir”. A esa edad no entendía mucho pero se me quedó grabado.


Esa fue mi primera experiencia extraña, detonante lo que vendría después y espero poder contar más adelante.



 

Trabajando de noche


Última historia, relato ocurrido a @BodganF. Los entes pueden seguirte, sin importar la hora ni el lugar.


Te contaré entonces la noche en el tribunal de justicia.


Normalmente no duermo mucho por culpa de que se me sube el muerto, debido a esto decidí trabajar de madrugada para ver si las cosas cambiaban, pero a cualquier hora y en cualquier lugar, aquello me encuentra y no me deja en paz.


Mi horario de trabajo en el Tribunal de Justicia como capturista era de nueve de la noche a siete de la mañana. Una noche mientras trabajamos mi jefe, unos compañeros y yo decidimos salir a comprar un aperitivo como a eso de las 2 o 3 de la mañana, mientras unos compraban yo fumaba un cigarrillo afuera de un minisúper.


En un momento sentí escalofríos, pero no le tomé importancia, pensaba que era el frío. Al terminar el cigarro sentí una mano tocando mi hombro pero no era nadie, al regresar a las oficinas antes de entrar miré al techo y había una sombra extraña la cual me causó un sentimiento de extrañeza, pero seguí con mis asuntos. Pasado un rato le comenté a mi jefe que me acompañará a los baños del piso de abajo ya que los nuestros no abrían y sólo é podía pedir autorización; al llegar a los baños escuchamos una risa y un azotón de puertas, ahí se me fueron las ganas de orinar y mejor le dije que nos fuéramos de ahí.


Cuando nos dieron las siete de la mañana preguntamos si habían más personas trabajando en el edificio aparte de nosotros, el personal de captura, a lo que el guardia mencionó “sólo están ustedes y los chicos de SEMEFO”


Con ese final me quedé aún más inquieto y así me fui a mi casa esperando dormir tranquilo.


General Rage



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