La tristeza y la culpa pueden atraer a nosotros entidades que aprovecharán para hacer de las suyas.
había neblina, era un pánico, una especie de urgencia por querer salir de ahí, como si algo se acercara, aquello no era un sueño, más bien estaba teniendo una pesadilla
Experiencia real contada por el seguidor de Twitter @exploradorf774 :
Mi historia es un poco rara, bueno, más bien así lo veo porque realmente es la única vez que recuerdo me haya pasado algo así, o al menos hasta el hecho de estar seguro no era un sueño.
Recuerdo ese día, fue un poco después de que falleciera mi abuelo, como era muy cercano a él, decidí hacerme cargo de la limpieza de su habitación, fueron días largos y tristes, recordar tantos momentos y cómo ahora estos terminaban al cerrar esa última caja.
Estaba en la casa, vivía lejos de ahí y regresar fue mezclar muchas emociones, todos los cuartos estaban ocupados por familiares que habían llegado de todas partes, decidí quedarme ahí esa noche, una forma de un último adiós a una persona especial.
Era de noche, todos estaban dormidos en casa, era un momento difícil, me costaba mucho trabajo conciliar el sueño, luego de mucho y a pesar de todo logré quedarme dormido, soñaba que estaba corriendo, pero sin rumbo fijo, como escapando de algo, había neblina, sentía pánico, una especie de urgencia por querer salir de ahí, como si algo se acercara, aquello no era un sueño, más bien estaba teniendo una pesadilla. Aún lo recuerdo, y es de las pocas veces he sentido un miedo real, una desesperación fuera de lo normal.
En un punto pensé "debe ser un sueño", manejo bien mis sueños lúcidos, me gusta tenerlos, pero este era distinto, seguía pasando lo mismo por más que me repetía que no era real y debía despertar, sentí como si me absorbiera aquel terrible sueño.
Súbitamente abrí los ojos con una especie de ahogo, como si tratarán de meter mi cabeza en agua helada y yo luchará por obtener aire antes de volver a sumergirme, pero tenía la sensación como de que algo me observara. Me dio miedo, se escuchaba un silbido suave, como una respiración, como si "eso" que me perseguía en mi sueño siguiera ahí o me hubiera alcanzado al mundo real.
Traté de moverme, podía sentirlo, pero mi cuerpo no respondía, se sentía pesado, y el aire me volvía a faltar, quería gritar pero no había sonido alguno, el corazón me corazón latía con fuerza, tenía miedo, sentía que en cualquier momento algo me iba a aplastar, cerré los ojos, pude hacerlo.
Tenía miedo de abrirlos de nuevo, pensaba "¿qué puede ser esto y por qué me ocurre a mí justo aquí?", sentí que alguien tocaba mi cabeza, abrí los ojos de nuevo, el peso se había ido. Desorientado me levanté de la cama y tocaba mi pecho, algo lo presionaba y sentía el aire entrar a mis pulmones, aún tenía miedo, no quería permanecer ahí.
Salí en silencio de la habitación, camine hasta el baño, entre y cerré la puerta, encendí la luz, di un grito ahogado para no levantar a nadie, me quedé ahí el resto de la noche hasta que escuche a mi prima despertar para ir a su trabajo, se sorprendió por verme ahí, le dije que solo fui al baño y que me dejara dormir en su cama, no dije nada al respecto de los que ocurrió.
No sé qué fue lo que ocurrió, qué o quién ejercía ese peso sobre mí, ni de donde llegó la mano que me hizo reaccionar. Cada vez que pienso en mi abuelo siento que él me ayudó esa noche, y que, tal vez, ese peso era mi propia culpa al no hablar tantas cosas con él, no lo sé, no creo mucho en cosas paranormales, pero esa noche, sentí que había alguien más conmigo, y era alguien, o algo, que no conocía.
General Rage
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