Las experiencias cercanas a la muerte en ocasiones pueden traer visitas inesperadas.
me doy cuenta que "eso" estaba usando una capucha que le cubría parte de la cara
La siguiente historia es narrada por @Xolothl_Lera una experiencia que le ocurrió muy joven pero que al día de hoy la recuerda muy claramente. Él cuenta lo siguiente:
Cuando tenía cinco años sufrí un accidente donde me quemé las dos manos, una de ellas fue de tercer grado, en la otra no fue tan grave, ocurrió en domingo, mis papás me llevaron al hospital. Como el estrés post traumático dio como resultado que mis brazos quedaran inmóviles del hombro a la mano, me vendaron desde la mitad del brazo hasta los dedos, al tiempo me dieron de alta, y llevaron a casa, por mi condición tenía que estar en la recámara. La habitación estaba acomodada de tal modo que los pies de mi cama daban hacia la puerta, y al otro lado de la misma se encontraba la cama de mis papás.
Aquella noche, a las once aproximadamente, cuando me fui a dormir, el dolor no me permitía hacerlo ya que cuando mis manos hacían contacto con cualquier cosa el dolor me despertaba. Tenía mis pies viendo hacia la puerta, cuando me doy cuenta que ésta se abre, yo pensaba que era mi mamá que había salido al baño, traté de ver fijamente y noté que había una silueta asomándose. Era de esas noches en las que la luna brilla mucho, se podía ver claramente el color azul del cielo nocturno afuera de la casa, pero dentro la oscuridad era total, no se podía ver casi nada. Viendo a la silueta me di cuenta que ésta se estaba acercando, muy lentamente, cuando eso pasó la puerta se cerró, pensé “mi mamá ya entro”. Yo tenía los brazos cruzados como tocando mi pecho. La silueta se seguía acercando, pero no veía que fuera hacia la cama de mis padres, se acercaba a mí, supuse que mi madre me iba a revisar si estaba bien. En eso me doy cuenta que "eso" estaba usando una capucha, que le cubría parte de la cara, traté de no darle importancia y cambie mi mirada a otra dirección, pero sentí un frío muy fuerte en la parte derecha, esto me incomodó por lo cual giré de nuevo y veo un ser altísimo.
Tenía una capucha negra que cubría todo su cuerpo y lo que parecía ser un cráneo sobresalía de ahí, no estoy seguro, pero, creo que se me quedaba viendo, a pesar de no tener ojos, enfoqué bien la mirada, a pesar de la tenue luz, y, oh sorpresa ¡era un cráneo, en verdad era un cráneo! Su dentadura hacía parecer que estaba riendo, de entre la tela y su cráneo brotaba mucha sangre. Me pude dar cuenta que traía un cuchillo, uno muy grande. Yo estaba completamente paralizado, no podía ni gritar, algo dentro de mí no me dejaba decirle a mi familia que algo estaba pasando, que tenía esa cosa ahí enfrente. Ese ser se me abalanzó con el cuchillo, en ese momento pude gritar muy fuerte.
Mi mamá fue la primera que despertó con el grito, dio un salto de la cama para ver qué pasaba conmigo y se horrorizó al verme pues, pensó que estaba muerto de tan pálido que me encontraba, dijo que mis ojeras eran enormes, parecía que algo me hubiera pasado en ese ratito que se había dormido. No pude dormir como por 15 días, cerraba los ojos y la veía, siempre amenazante, expectante, sólo esperando a venir por mí.
General Rage
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